Es momento de romper el mito… Por
ahí se dice que “Entre mejor gestiones tu tiempo, más productivo serás”. Lo anterior no es verdad, pues por mejor que gestiones 10 minutos, jamás tendrás 11 minutos.
Podrás gestionarte tú, gestionar tus tareas, tus acciones, tu ATENCIÓN,
pero no gestionar el tiempo.
Productividad por lo tanto no es
gestión del tiempo, productividad es todo lo que utilizas (acciones, técnicas,
decisiones) orientadas a obtener resultados.
El tiempo no es un recurso
gestionable, más bien es una circunstancia que te condiciona.
Ahora ya lo sabes, el problema no
es el tiempo o la gestión del tiempo, el problema es cómo nos gestionamos a
nosotros mismos.
Y el cómo gestionarnos tiene que
ver con buenos o malos hábitos, los cuales condicionan nuestras decisiones. Es
necesario desarrollar la habilidad de enfocar el pensamiento en una forma
secuencial.
Lo que haces con tu tiempo, con
tu cuerpo, con la forma de reaccionar ante tus imprevistos, el cómo abordar tus
prioridades, como manejar la información, son realmente tus opciones, y sobre
las cuales vas a tomar decisiones y asignar tus recursos limitados.
La productividad no depende del número
de horas trabajadas, sino de cómo has utilizado esas horas.
Siempre nos dicen que debes de
priorizar lo importante y lo urgente, sin embargo, lo importante y urgente
puede convertirse en algo subjetivo, relativo y cambiante, por lo que las
técnicas tradicionales del supuesto “gestión del tiempo” no funcionan, ya que
parten de un principio falso de que las prioridades son estáticas y las asignas
tú, cuando con frecuencia son impuestas y cambian con los imprevistos y que incluso
puede hacer inútil la planificación.
Quiero decirte que la clave no está en lo que te parece importante o urgente, más bien la clave está en si estas comprometido o no a realizarlo y a las circunstancias en las que te encuentras en cada momento (contexto, tiempo y energía con las que dispones)
Por lo tanto, lo que importa es tomar decisiones adecuadas sobre qué hacer en un momento dado y como gestionar las acciones. Lo anterior lo puedes lograr con un buen control y desarrollando una adecuada perspectiva,
(siguiendo la metodología GTD "Gettings things Done").
Si te llama la atención la metodología
GTD para mejorar tu productividad y quieres profundizar más sobre esta, te
recomiendo leer “Organízate con eficacia” y “Haz que funcione” libros
originales de David Allen, donde explican detalladamente como lógralo y evitar
la famosa paradoja del estrés.
También puedes seguir a La Paradoja por correo! haz clic aquí, es gratis. Una vez indicado el email, deberás confirmar a través de un enlace que recibirás en tu correo, así de simple!!!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario