¿Te has puesto a pensar en tus
actos? ¿Hay algo que los condicione o los motive?.... ¿Actúas bajo tus
impulsos, sigues tendencias compulsivas, te guías por ideas obsesivas?
Es verdad que las barreras que nos limitan, son las impuestas por nosotros mismos y no nos hace libres, sin embargo también cuando no tenemos control de nuestros actos, somos impulsivos, y hacemos cosas de las que después nos arrepentimos, tampoco somos libres.
Podríamos pensar que somos libres
cuando en realidad somos esclavos de las cosas, de nuestros apetitos, de
nuestras pasiones, de lo que opinan los demás, de las modas…
Por lo que la gran paradoja es:
El camino de la libertad es el autocontrol.
No todo límite es un impedimento,
hay límites que evitan los excesos y aumentan la libertad.
Autocontrol es dominar tus
propias emociones, comportamientos y deseos con el fin de obtener algo.
El psicólogo Walter Mischel
realizó un estudio a niños de 4 años, en donde a los pequeños se les ponía un
plato con una golosina.
El analista les dijo que saldría a atender unos asuntos
pero cuando regresara, si la golosina todavía estaba en el plato, les prometía
darles 2 golosinas.
Algunos niños no pudieron con la tentación y se comieron la
golosina, otros se auto controlaron y al final obtuvieron sus 2 golosinas.
Mischel
aseguró que estos últimos posteriormente serán socialmente más competentes, con
mayor éxito, más emprendedores, y mostrarán mayor capacidad para resistir la
frustración, debido a su habilidad de auto
controlarse, perseverar y procrastinar.
El autocontrol inicia como
dependencia pero termina como libertad.
El autocontrol se involucra en
tres aspectos: en el ambiente, el tiempo y el cuerpo.
En el ambiente, el autocontrol se
manifiesta en el orden y limpieza. Recuerda el orden es para la persona y no la
persona para el orden.
En el tiempo, el autocontrol es
establecer tus prioridades y respetar tus tiempos asignados, es organizarte a
ti mismo.
Los agobios y el estrés muchas
veces no son por falta de tiempo, es por falta de orden.
En el cuerpo, el autocontrol es
cuidar el cuerpo de los excesos y mantenerlo. Recuerda, tú no tienes un cuerpo,
tú eres tu cuerpo.
En cuanto a buen vestir, no ser
obsesivo con la moda, pero saber
vestirse demuestra independencia de carácter, deseo de mantener contacto con el
mundo y agradar a los demás.
La libertad no es cualquier cosa
en cualquier momento, debemos elegir conductas que nos permitan lograr lo que
queremos y que nos sintamos bien con ellas.
Ser libre también es elegir no
hacer algo, porque puede afectarnos a corto o largo plazo. O también puede
beneficiarnos a corto plazo, pero no ayudarnos a largo plazo…
Ser libre es decidir, y no
siempre solo hacer por hacer. Ser libre es
tu llamada. Tu decisión
Libertad es decidir luchar y
vencer diferentes formas de egoísmo e individualismos para aumentar tu madurez
como persona.
La verdadera libertad es obtener
la capacidad para dirigir nuestros sentimientos, emociones, tendencias, deseos,
pasiones, temores, bajo el gobierno de nuestra voluntad y razón.
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