Ansiedad…. Un mecanismo de defensa que prepara al individuo
para atacar, esconderse o huir, completamente paradójico…
Como cuando vas a presentar tu examen profesional, un
proyecto, o algo que signifique un paso importante en tu vida o en tu trabajo,
y te dices a ti mismo, “voy a estar tranquilo”, “estoy preparado para esto”, “lo
domino todo”, “No hay nada que temer”, “he trabajado duro”, y de repente unos
minutos antes del evento, aunque sabes que ya está todo listo, te paralizas por
completo, tu mente se queda en blanco, como si se te hubiera borrado todo,
empiezas a sudar, te llenas de nervios locos, tienes dificultad para respirar,
no puedes ni pronunciar una palabra y en el peor de los casos experimentas un
horripilante ataque de pánico…
¿Te ha pasado algo similar?
En mayor o menor grado, estoy segura que todos la habremos sentido alguna vez, pero siempre está presente en nuestra vida.
Provoca diferentes síntomas, a veces todos a la vez, ya sea confusión, inseguridad, miedo, depresión, incertidumbre, esperanza, emoción….
Y lo paradójico radica que a pesar de que sabes que no hay nada de qué preocuparse, que estás listo para esto, por alguna inexplicable razón terminas preocupándote y pareces producir tú mismo todo lo que detestas o lo que no quieres que ocurra realmente, justo en el momento que menos quieres como si no tuvieras control. Pareciera que solo intentas controlar lo incontrolable.
Temo decirte que a pesar que esto le sucede a muchos, se potencializa mucho en personas que son excesivamente precavidas y que quieren controlar todo. Y la ansiedad es una respuesta al miedo de dejar de tener todo bajo control. Entre más quieras controlar todo para reducirla, más se disparará. Esta es la paradoja de la ansiedad anticipatoria.
El sistema nervioso es el culpable… ¿porque no funciona bien cuando queremos?
Bueno, tiene mucho que ver con adaptación y evolución aunque no me lo creas… Puedes ya estar predispuesto al hecho, ya sea porque tuviste experiencias similares vividas en el pasado, o por los genes, vivencias experimentadas por nuestros ancestros.
Otro factor es la tendencia de exagerar la importancia en ciertas situaciones, que nos hace crear realidades que son más irreales que otra cosa.
Y otro factor es querer tener todo controlado y que salga a la perfección, y pensar tanto en lo que pudiera pasar para tratar de evitarlo antes de que suceda.
Cualquiera que sea el caso, déjalo fluir, no debes luchar contra
la ansiedad, entre más quieras eliminarla, más la sentirás. Mejor trata de no
de pensar de más, y enfrenta tu temor, si las cosas no salen como esperas, es
porque seguramente tienes algo más que aprender. Abre tu mente.
¿Aprender?...Así es…. Como te había dicho antes, la ansiedad tiene que ver mucho con la adaptación, evolución y supervivencia y para lograr lo anterior está el aprendizaje. Sin embargo con el aprendizaje también se presenta otra paradoja de la ansiedad. Según Edgar H Schein, la ansiedad inhibe el aprendizaje pero es necesaria para que el aprendizaje ocurra….
Aprender algo nuevo que obviamente al ser nuevo, aun no se domina, trae ansiedad, el temor a lo desconocido siempre está latente, porque indica salir de tu zona de confort y está presente el temor a intentar algo nuevo que deseas hacer por miedo a fracasar. Esta es la ansiedad por aprendizaje.
Por otro lado está la necesidad de sobrevivir, si quieres crecer debes salir de tu zona de confort y moverte antes de morir y esto también te provoca ansiedad. Esta es la ansiedad de sobrevivencia
La paradoja será que para lograr el aprendizaje y crecer, tu ansiedad de sobrevivencia debe ser mayor a tu ansiedad de aprendizaje. ¿Interesante no?
La ansiedad es una señal para hacer un alto, como un sistema de alerta cerebral que te activa para encarar amenazas, por eso tus sentidos se agudizan, tu corazón se acelera y sube tu presión arterial. Lo que hace tu cuerpo es prepararte para la respuesta.
Sin embargo es más que eso, porque si pones atención a esta alerta te darás cuenta que experimentar ansiedad es un llamado a la conciencia, a escuchar tu voz interior, a obtener nuevas perspectivas y darte cuenta que muchas veces lo que ves y lo que piensas no funciona como crees.
Ponerle atención a la ansiedad en ponerte atención, dejar de lado las excusas, dejar de asustarte por lo que pueda pasar y dejar de tratar de evitarlo, sino más bien aceptar el aprendizaje que viene con ello, dejar de culpar a otros, a ti mismo o hasta el entorno, aceptar la realidad, escuchar que tienes que decirte, hacerte responsable de tus decisiones. Aceptar incluso los síntomas y no tratar de evitarlos para que en verdad disminuyan, poner atención a tu entorno, a tu equilibrio, a tus hábitos.
¿Quieres dejar de sentir la ansiedad? Lo último que te voy a decir es que te relajes, muchas veces eso no funciona. Mejor trata de escucharte a ti mismo y descubrirte, para eso debes de hacer un alto total, conectar con tu interior, observarte e indagar que está pasando realmente.
La ansiedad puede ser buena y mala…
Aunque hay varios tipos y grados de ansiedad, esta puede ser más buena y beneficiosa de lo que te imaginas si le pones la atención adecuada, pues te estimula el autoanálisis para ser mejor y buscar alcanzar los objetivos, además te ayuda a construir el carácter y estimula tu creatividad.
Sin embargo tú la haces mala cuando no le prestas atención y
te paralizas con tu percepción de
peligro es errónea.
La ansiedad puede tener muchas caras, las que tú le pongas.
Prometo mas adelante escribir algunos consejos para controlar la ansiedad.
Espero te haya gustado este articulo y veas ahora la ansiedad desde otra perspectiva.
Si es así, me ayudarías mucho compartiéndolo y por supuesto que tus comentarios son mas que bienvenidos ;)
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Muchas gracias por la información, encuentro que es muy acertada y que puede ayudar a muchos a entenderse más a sí mismos.
ResponderBorrarBuenísimo...me encanto..👏👏👏👏 palabras muy precisas... Y para poner en práctica
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