Valora lo que tienes en lugar de ver solo lo que has perdido, pues no es
lo que el mundo aleja de ti lo que cuenta, es lo que haces con lo que te
quedas…
Cuando nuestras expectativas no se cumplen y vemos frustrado algún sueño
o no obtenemos lo deseado, vivimos alguna injusticia, sufrimos un accidente o
una enfermedad, nos vemos envueltos en algún problema o simplemente hacemos el
oso, frente a los demás, quisiéramos que nos tragara la tierra.
No sentimos mal, sin embargo la verdad es que la felicidad no es la
ausencia de problemas, sino la capacidad de lidiar con ellos y si estamos
atravesando una situación no deseada, es porque seguramente debamos vivir esa
experiencia para poder percatarnos del algo o aprender algo.
Hoy quiero compartirte 7 cosas que solemos olvidar cuando pasamos por un
mal momento y que pueden ayudarte a pensar y analizar tu situación y hacerte
sentir mejor…
1.- Todo en la vida es temporal
Nada dura para siempre, cuando se
acabe la noche, el día llegará, cuando llueve, en algún momento saldrá el sol y
dejará de llover…
Entonces, sea como sean las cosas en este momento, aprende a disfrutarlas,
porque no durarán para siempre. Tanto lo bueno como lo malo pasará. La vida sigue
su curso.
El hecho de que la vida en este momento no sea fácil, no significa que
no puedas sonreír.
La vida está hecha de momentos, unos terminan y otros inician.
2.- Cada pequeña lucha es un paso adelante
Vencer cada obstáculo, cada reto que se nos presenta en la vida, nos
ayuda a avanzar, además la paciencia no es acerca de esperar, más bien es la
capacidad de tener una buena actitud mientras trabajas duro por tus sueños,
sabiendo que el trabajo vale la pena.
3.- El dolor es parte del crecimiento.
Recuerda que no existe un dolor sin un propósito. Aprende a aceptar el
dolor y a dejarlo ir (no sufrir de más), pero también no olvides lo que el
dolor te enseño.
La vida te puede cerrar muchas puertas, pero es para obligarte a moverte
y a madurar. Si no nos movemos, habrá circunstancias que nos obligaran a
hacerlo, por medio de golpes de vida, necesarios para hacernos crecer.
4.- Comprende que el pesimismo de otras personas no es tu problema
Debes de aprender a ser positivo aun cuando tu entorno es negativo, y
las personas quieran acabar contigo.
Si eres capaz de seguir siendo tú mismo a pesar de que las personas te
traten mal o te quieran contagiar su amargura, tendrás otra batalla ganada.
Si crees en algo firmemente, debes luchar por ello. Tu gran fuerza
vendrá a superar lo que otros creen que es imposible.
5.- Quejarte y preocuparte no cambiará las cosas
Y por el contrario, solo puede empeorarlas y hacerlas más abrumadoras.
Mejor piensa en lo que crees y aumenta tu fe, continua intentándolo. La
felicidad llegará cuando empieces a dejar de quejarte de tus problemas y
empezar a ser agradecido por los problemas que no tienes.
6.- Tus cicatrices simbolizan tu fuerza
Una cicatriz indica que el dolor se terminó y la herida se cerró.
Conquistaste el dolor, aprendiste una lección, creciste y te hiciste más
fuerte, así que no sientas vergüenza por ellas, más bien debes sentir orgullo.
Es momento de que veas tus cicatrices como un signo de fortaleza y no de dolor.
7.- La mejor cosa que puedes hacer es seguir adelante
No tengas miedo a volver a levantarte, a volver a vivir, a volver a soñar,
a volver a amar.
Las mejores lecciones a menudo son aprendidas en los peores momentos y
de los peores errores.
A pesar de que todo vaya mal, encuentra el coraje para seguir adelante,
para sonreírle a la vida y lograr hacer sonreír a los demás. No te estreses por
lo que no puedas cambiar y aprende a vivir con simplicidad, se sencillo, humilde, da amor generosamente,
habla con la verdad, trabaja con esmero. Sigue adelante. Sigue creciendo
La verdadera fuerza viene, cuando a pesar de que se tiene mucho porque llorar y quejarse, uno prefiere sonreír y apreciar su vida en su lugar.
Aunque no lo creas, hay bendiciones en cada lucha que enfrentas, pero debes estar dispuesto a abrir tu corazón y tu mente para poder notarlas.
No se puede obligar a que las cosas sucedan, en algún momento tienes que dejar ir y dejar lo que está destinado a ser.
Aprende a amar tu vida, confiar en tu intuición, toma riesgos, pierde y encuentra la felicidad, acaricia los recuerdos, genera experiencias.
Ríete de la confusión, vive consciente en cada momento. Es posible que no llegues a donde querías, pero muy probablemente llegues precisamente a donde tienes que estar.
Ten en cuenta de que siempre, siempre, hay algo que agradecer, no importa lo bueno o lo malo que tengas, despierta cada día agradecido por tu vida, porque alguien en algún lugar esta luchando desesperadamente por ella.
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