1/6/14

Reflexión del leñador

   ¿Cuando fue la ultima vez que afilaste tu hacha? 

Cuenta la historia más o menos así…

Era un leñador que llego a un  bosque donde se talaban árboles y le ofrecieron trabajo. Parecía muy prometedor, por lo que decidió ponerle todas las ganas del mundo para poder conservar el empleo.
El primer día el hombre se presentó con el capataz, y este le proporcionó una hacha y le mostró la zona de trabajo.
El leñador se puso las pilas y logro talar 18 árboles, por lo que su jefe le felicito y le dijo que siguiera así.

El leñador se animó tanto que se fue a su casa y decidió descansar temprano, para irse a trabajar con más fuerza y superar su propia marca.

Al día siguiente, también se esforzó mucho,  y no se tomó el tiempo para tomar un descanso intermedio como los demás, sin embargo solo pudo talar 15 arboles.

Desmotivado regreso a su casa y decidió acostarse todavía más temprano, para tener más fuerzas…
Sin embargo su productividad en vez de subir fue disminuyendo… al día siguiente, en lugar de talar 15 árboles, solo talo 10, y después solo 5  y por ultimo solo 2 árboles.

En leñador no comprendía lo que pasaba, ya que no descansaba en el turno para poder talar más y le resultaba todo lo contrario
Afila tu hacha
Entonces el capataz le pregunto:

-¿Cuándo fue la última vez que afilaste tu hacha?

El leñador le contesto - ¿Afilar mi hacha? Mmmm… No lo he hecho, pues no he tenido tiempo, he estado ocupado tratando de talar más árboles.

¿Cuántas veces trabajamos y trabajamos sin obtener los resultados esperados? Reflexionemos…
  • No olvidemos que por solo trabajar muy duro lograras tus objetivos, a veces es necesario detenerse  un rato a meditar cual es la mejor estrategia. Hacerse un paso para atraer y ¡ampliar la perspectiva!
  • A veces estamos tan ocupados apurados, vamos de un lado a otro que no tenemos tiempo para las cosas importantes de la vida. ¡Y se nos va la vida!
  • Estamos tan apurados que si nos preguntan a donde ir, no lo sabemos, no tenemos los objetivos claros!
  • Al final de día terminamos tan cansados que si hiciéramos un balance de todo lo que teníamos que hacer, concluimos que no hicimos nada de lo que supuestamente teníamos que hacer.
  • Muchas veces actuamos solo por impulso sin detenerse un momento a reflexionar, sin programar,  que terminamos tan cansados que vamos creando fatiga crónica, nos vamos estresando, nos vamos enfermando, cuando al final solo necesitas detenerte un rato, para respirar!
  • No solo hay que trabajar por trabajar, también hay que capacitarse para mejorar los resultados, invertir tiempo en desarrollar habilidades que nos permitan mejorar nuestra productividad
  • Si talas un árbol siembra 2 más…

El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico. Lo que cuenta es el valor para continuar.- (Winston Churchill)

Y tú ¿Cuando fue la ultima vez que afilaste tu hacha?

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